Con motivo del cincuenta aniversario del Museo de Arte Abstracto de Cuenca, el Ayuntamiento de la ciudad -junto con la Fundación Juan March- ha cedido una sala para la modernización de las funciones y servicios del museo. En palabras de la Fundación:
En 1962 Fernando Zóbel y Gustavo Torner fueron seleccionados, junto con otros artistas, para representar a España en la XXXI Bienal de Venecia. Esta pequeña exposición recorre los años entre el encuentro de ambos artistas en Venecia, decisivo para la posterior fundación del museo, y la creación junto a Gerardo Rueda, del Museo de Arte Abstracto Español en Cuenca, que abrió sus puertas en 1966. Con obras de ambos, material de archivo perteneciente al legado de Fernando Zóbel, fotografías y distintas imágenes y documentos, la muestra rememora una circunstancia decisiva para la historia del arte contemporáneo de España.
Como resultado de la ampliación y reordenación de espacios del Museo, se presenta la colección con la incorporación de nuevas obras, resultado del trabajo reflexivo sobre las obras de la colección de la Fundación Juan March y los espacios nuevamente musealizados, que permiten «la rotación lenta de obras» (Fernando Zóbel), característica del Museo desde 1966.
Además de su producción artística, Fernando Zóbel desarrolló una amplia labor como mecenas y coleccionista. Esta exposición muestra una selección de obras de la propia colección del artista, donada por él mismo a la Fundación Juan March en 1981, junto a otras procedentes de la colección, implementada desde entonces por la propia Fundación. Este conjunto reproduce, intensifica, completa e incluso interpreta las obras de los artistas expuestos en el Museo, e incluye algunas obras que formaron parte de los cuelgues iniciales, en los años sesenta. A la manera de las Wunderkammern, cámaras o gabinetes de curiosidades, en las que las obras de arte se mezclaban con objetos de la más diversa índole, la muestra reúne pinturas y esculturas de pequeño formato con obras sobre papel, maquetas, dibujos, obra gráfica y libros de artista, cuya exhibición, por cuestiones de conservación principalmente, no puede ser frecuente.
