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San Antón: rompiendo con el turbio estigma del pasado

Barrio San Antón en Cuenca

La regeneración del barrio comienza a ser visible gracias a la cooperación y al arte urbano

Gran parte de las ciudades modernas esconden en su interior pequeños núcleos poblacionales que, por razones históricas, económicas o culturales, han quedado relegados a un segundo plano en el mapa urbanístico de la ciudad. Es el caso del barrio San Antón de la ciudad de Cuenca, cuyos orígenes más antiguos se remontan a la Edad Media, una época donde el desarrollo de los distintos oficios establecía la separación geográfica en función del gremio. Sin embargo, a pesar de estas aproximaciones, su historia más actual sigue siendo incierta. La ubicación del vecindario –ligeramente alejado del centro de la ciudad- propició la formación de una barriada de estructura piramidal con un desarrollo al margen de la urbe, que se ha mantenido a lo largo del tiempo. Según cuenta en su blog José Luis Martínez, presidente de la Asociación de Vecinos de San Antón, en la década de los 60 y 70 comenzó un éxodo que “propició el estado de semiabandono”, que veinte años después -con gran parte del barrio en estado de decadencia- hizo proliferar la marginalidad, colmándose así de los grupos más desfavorecidos. Las viviendas vacías –la mayoría sin dueño- fueron ocupadas ilegalmente y comenzaron a aparecer síntomas relacionados con la drogadicción y otras actividades ilícitas. Con el paso del tiempo, San Antón fue adquiriendo el estigma que hoy día aún pesa sobre los hombros de sus habitantes, a pesar de que la situación haya cambiado. Con la intención de recuperar los orígenes históricos del barrio y ofrecer a sus habitantes la posibilidad de borrar esa mala imagen, surge en el año 2007 la Asociación de Vecinos, que desde sus comienzos buscó la integración a través del fomento de la cultura.

Los esfuerzos por regenerar el vecindario consiguieron que en el año 2008 el Ayuntamiento de Cuenca lanzase el Proyecto Urbana, con el objetivo de iniciar un “proceso de integración social, económica y sentimental del barrio de San Antón en la ciudad de Cuenca”. A raíz de esta iniciativa, surgen en el barrio -carente de medios y servicios- distintos movimientos para apoyar a los colectivos más necesitados. Entre los principales propósitos se incluyeron medidas de asistencia a la tercera edad, a las personas con problemas de exclusión social y a los inmigrantes sin recursos, con medidas que favorecían “los servicios de atención y urgencia frente a situaciones de riesgo, la movilidad de las personas con discapacidad física, la formación e integración laboral y el fomento de actividades orientadas a la juventud a través de la cultura”, entre otras. El dossier del programa sigue disponible para su consulta en formato PDF, en la página web del Ayuntamiento de Cuenca, que decidió en aquel momento hacerlo público para todos sus habitantes.

Barrio San Antón
Integración de arte urbano en las calles del barrio. Alex Basha.

El Centro Joven de Cuenca, conocido por brindar su apoyo a gran parte de las iniciativas culturales y sociales propuestas por el Ayuntamiento, pasó a formar parte del proyecto. Según cuenta Julio Pareja, Técnico de Juventud del centro, “a través de los fondos FEDER europeos y el programa Urbana, comienza una labor de regeneración tanto a nivel estructural como a nivel social”. Desde este colectivo se lanzó en aquel entonces la primera edición de Zarajo Deluxe, un proyecto que trató de fomentar la rehabilitación del vecindario a través del arte urbano. En cada actuación, los artistas nacionales e internacionales interactuaron con la población de la barriada, que se sumó a la iniciativa, realizando al final de cada jornada una convivencia para la reflexión. También se ofrecieron gratuitamente seminarios formativos en el antiguo colegio de San Antón sobre los principios del arte urbano, “primero con Zarajo Deluxe, luego con Happy Walls y finalmente con Permanencias”. Las actuaciones incluyeron todo tipo de disciplinas, como fotografía y vídeo, arte moderno conceptual –instalaciones y performances- y talleres de grafiti.

Zarajo Deluxe Cuenca
Vista de un mural realizado en la primera edición de Zarajo Deluxe. Alex Basha.

Sin embargo, no todos los esfuerzos por mejorar la situación de San Antón están ligados al Ayuntamiento y los fondos oficiales. Es el caso del Laboratorio Modulable Artístico, LamosaLab, constituido en el año 2013 como asociación sin ánimo de lucro a través de una campaña de financiación crowdfunding en el portal Goteo.urg. Según explica Daniel Raposo, uno de los fundadores principales junto a Verónica Moreno y Alejandra Freymann, LamosaLab se define como un espacio para la “creación, difusión, formación y gestión artística”. Tras conocerse en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca y decidir más adelante aportar su granito de arena al barrio, estos tres estudiantes consiguieron instalarse físicamente en San Antón, empleando una vivienda posteriormente reformada y habilitada, adaptada a los requerimientos de las distintas iniciativas. “Hemos tenido la suerte de poder desarrollar nuestros proyectos creativos en un barrio donde, al contrario de lo que mucha gente piensa, existe una gran preocupación por el arte y las formas de expresión”, relata David. Su difusión, el apoyo del vecindario y la afluencia de personas interesadas en la iniciativa, ayudaron a que las sinergias con el resto de colectivos fuesen posibles y se incluyera el Laboratorio en el programa Urbana. En la actualidad, LamosaLab cuenta con equipo audiovisual para la proyección y exhibición de instalaciones y performances, espacios adaptados a la exposición de trabajos y distintos materiales para la creación in situ de obras relacionadas con la carpintería y el bricolaje, que ofrecen gratuitamente a todos los interesados en participar en el proyecto.

Otras asociaciones, como Arte_Facto, Astrocuenca o la propia Real Academia Conquense de las Artes y las Letras (RACAL) también se han esforzado por mantener el barrio vivo y lleno de cultura, con iniciativas relacionadas con la ciencia, la creatividad y la difusión artística. La llamada “Zona Cero”, detrás de la calle Valdecabras, es uno de los espacios que se han utilizado a lo largo de los últimos años para la organización de “actividades de cooperación, amistad, entretenimiento y crecimiento personal”, según cuenta Julio Pareja. A pesar del vencimiento de los fondos FEDER, no han dejado de realizarse actividades formativas dentro de la barriada. Desde la Asociación de Vecinos y a través de la página web elperchelcuenca.blogspot.com.es se continúa fomentando el nexo entre los habitantes del barrio y el resto de la ciudad.

Grafitis en el barrio de San Antón
Dos vecinos cortan troncos para la chimenea. Alex Basha.

Muchas veces ni siquiera es necesario constituirse como asociación o colectivo formalizado, como se puede comprobar en el caso de Teatro Mágico, formado por un grupo de tres estudiantes de Bellas Artes –Óscar Pintado, Iván Gafiq y Pablo Castro– que decidieron mudarse al vecindario después de dos años residiendo en la ciudad. Utilizando su propia vivienda como ‘centro social’, esta agrupación organiza eventos con regularidad para la integración de los estudiantes de la Universidad de Castilla La-Mancha con los habitantes del barrio, realizando actividades como Jam Sessions musicales, marchas de limpieza y recogida de basuras o restauración de muebles desechados. Según cuenta Iván, nacido en Belalcázar y estudiante de la Facultad de Bellas Artes de la ciudad, “no pretendemos constituirnos como asociación formal, porque perdería la magia; sólo buscamos que se anime quién quiera pasarlo bien y formar parte de un proyecto creativo, a través de la amistad, la cooperación y el interés en los demás”. Óscar nos explica que su casa está abierta las veinticuatro horas del día: “aquí puede llamar quien quiera y pasarse a tomar algo. La cafetera es la que más curra de todos”. De forma totalmente autónoma y voluntaria, ayudan a varios niños del barrio con las actividades del colegio y a personas mayores vecinas, con movilidad reducida, en las tareas del hogar. Aunque el proyecto lleva funcionando sólo unos meses –desde septiembre de 2016- ya ha conseguido generar un movimiento Erasmus, donde los estudiantes internacionales aportan su granito de arena conviviendo con los vecinos a través del Teatro Mágico.

Danza en San Antón de Cuenca
Taller de danza experimental impartido por Patricia Canhoto. Pipi Funchs

A pesar de que el estigma del barrio siga resonando en las cabezas de muchos de los habitantes de la ciudad, los intentos por socializar y mejorar las condiciones de San Antón no han parado –ni se han echado atrás- desde hace años. Primero con la Asociación de Vecinos, gracias a la iniciativa de José Luis Martínez, y después con el resto de sinergias. Quizás cueste un tiempo limpiar la imagen desagradable que San Antón ha arrastrado desde la década de los 90, pero lo que sí es cierto es que para conocerlo más de cerca sólo hay que subir un par de cuestas y adentrarse en una “medina española” llena de gente con ganas de vivir.

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